25 de xullo de 1922, sae á rúa o diario Galicia
26/06/2012
"Tomouse en aluguer un baixo e opiso principl na avenida de Montero Ríos, a carón do mar. No baixo montóuse a imprensa, con escasos meios. No piso, a redacción.Unha e outra, o mesmo que o corpo de colaboradores foron poñendose a punto para sair na data prefixada. Castelao viña de cando en cando desde Pontevedra con cabeceiras, viñetas e primeiras caricaturas. A rede de corresponsais en Galiza e en Madrid tamén se montóu.
Cando xa andábamos polo 20 de xuño, surxíu o primeiro contratempo. Ou, sería, si ben se mira, unha sorte...
O nomeado director, até aquele intre solo nominal, escribíu o artigo de fonso para o primeiro número. O propietario chamóume ao seu despacho e dóume aleer as cuartelas.Antes de que rematara, cacais xa se decataría do meu rechazo. Acabou dicíndome: “Haga usted el editorial, pase lo que pase”. Cumprín o encarrego de acordo con o pensamento da nosa labora. Prometendo que o xornal poñía a sua independencia ao servicio de Galicia e da democracia, escomenzando por dinamizar os valores do pais, economicos, sociaes, artisticos, culturales... A nosa bandeira ficaba desplegada."
Valentín Paz-Andrade, a memoria do século.
1º Artigo de fondo do Galicia. Diario de Vigo
Viejas prácticas del arte periodístico imponen, casi con fuerza imperativa, el deber de trazar unas previas líneas editoriales, a guisa de proemio, cada vez que un nuevo órgano impreso inicia su publicación. Mas como nuestra transigencia, ante el imperio de las fórmulas rutinarias no puede llegar a humillar los dictados del propio pensamiento, cuanto ahora digamos en torno a nosotros, no ha de ser ni uno de esos ostentosos programas al uso, ni una solemne confesión de principios. GALICIA se cree relevada de semejante tarea, porque no viene a ser un periódico cuajado en los moldes tradicionales, cortado con servil fidelidad a los antiguos patrones de la especie; sino, llana y sencillamente, un resonador claro, imparcial y sereno del heterogéneo vivir diario en nuestra tierra y en aquellas otras unidas a la nuestra, por soldaduras de Naturaleza y Civilización -España, Europa- o por vínculos de sangre y alma -Portugal, América-. Queremos ofrecer al público un nuevo tipo de publicación diaria, que venga a ser como una viva síntesis informativa de cuanto deba ponerse al alcance del conocimiento popular y, a la par, una tribuna abierta a todas las nobles pugnas ideales, donde los mantenedores solventes de pensamientos y opiniones, han de ser acogidos con igual trato de libertad y cortesanía. Plumas ilustres, las más valiosas de nuestra intelectualidad contemporánea, han de asociarse asíduamente a otras más modestas, pero límpias de bastardos mestizajes, en la obra de crear y potenciar la vida espiritual de las páginas que hoy se abren a la luz. Ahora bien, nuestras columnas, prestas siempre a asumir la defensa de legítimos intereses públicos, siempre orientadas hacia concepciones libertadoras y progresivas, jamás se prestarán á utilizaciones políticas, ni ayudarán estos o aquellos partidismos. Vivirán ajenas en absoluto a toda concomitáncia mediatizadora, horras de intransigencias doctrinarias y desnudas de acritudes, para estar celosamente atentas a la prosperidad de su pueblo nativo y de aquellos otros hasta donde ha de extenderse la radiación de la lectura. Vigo, la futura super-ciudad atlántica, la forja potente donde ha de templarse el nervio de una raza renaciente, proyectará, dede GALICIA, sus ansias justas e insaciables de adelanto y cultura, y contará desde hoy con aquella deseada doble vía para el camino de las ideas. Los demás pueblos de la provincia, que pugnan por acrecentar su vitalidad y por abrir rutas nuevas a su porvenir, tendrán en este periódico un desinteresado valedor. Y toda la tierra gallega, cuyo nombre ostentamos por corona y por lema, encontrará en nosostros nueva luz para sus problemas y aliento generoso para sus empresas reivindicadoras. Hoy más que nunca, en estos tiempos de general despertamiento, de revisión y de inquietud, es cuando la voz de las colectividades conscientes debe encontrar órganos libres que la recojan y la eleven eficazmente a las esferas oficiales, donde no siempre suele ser escuchada.
En lo escrito quedan esbozados los perfiles cardinales de nuestra personalidad periodística. No pretendemos hacer al presente una autodefinición de propósitos, ni un balance de posibilidades morales para la obra que iniciamos. Mas nos place omitir antejuicios, para que el lector, remitíendose a la realidad de nuestra actuación, compruebe prácticamente si respondemos o no a las esperanzas que le habíamos hecho concebir.
Y ahora, sean nuestras últimas palabras previas, de salutación cumplida y cordial a la prensa hermana, y a cuantos lo presente leyeren.
V. PAZ ANDRADE